El sonido de los
cascabeles era lo único que rompía el silencio. El bufón no se detenía, seguía
su baile constante lleno de saltos y pequeñas piruetas a pesar de no haber
música. En la sala la luz escaseaba,
pero se podían ver los colores radiantes de su traje. Eran llamativos, ideados
para esa clase de eventos, y se veían como estelas fugaces que nunca cesan su
movimiento. De una punta a otra de la sala, quedándose en medio para dar
algunos saltos, volviendo a un extremo y hacerle una reverencia a alguna dama.
En una de las mesas un
hombre miraba el espectáculo con una copa vacía en la mano. Él se sentía igual
que aquel hombre al que veía danzar de modo tan cómico intentando provocar
sonrisas y carcajadas con pocos o nulos resultados. Su comportamiento los
últimos meses se había basado en palabras amargas y actos rencorosos. Y todo
por ella. Ella no le amaba, y eso le había causado más mal en la mente que en
el corazón. Había perdido la razón y había actuado igual que el bufón.
Corriendo de un lado a otro ofreciendo su lamentable imagen con actos fútiles.
Seguramente era tan sólo el objeto de burlas y risas por haber actuado de tal
modo.
En otra mesa de la sala
una familia. Los niños miraban en silencio el espectáculo, aburrido para ellos,
sin comprender por qué debían ver semejante degradación de una persona que tan
sólo causaba lastima y bostezos. Miraron a sus padres, quienes también
observaban al bufón. Sabían que aquella era la viva imagen de sus tristes
existencias. Hacían un teatro para el público, se mostraban felices y alegres
para luego en el refugio de su hogar ver la miserable realidad. Caras largas,
gritos, enfados y agresiones sin sentido por cualquier desajuste en la rutina.
Paseando por detrás de
las mesas se encontraba una joven, el vestido era uno de los más caros, y
decorada con joyas la joven observaba a los invitados más que al espectáculo. A
uno en concreto. Ese hombre le había dedicado toda clase de palabras dulces, le
había hecho promesas sobre castillos y riquezas mas a ella no le
interesaba. Miraba al bufón pensando que
ella hacía lo mismo que él, danzaba de un extremo a otro buscando algo que
sabía que no encontraría. Comprensión, sueños y esperanzas. Alguien que fuera
capaz de crear una sonrisa en su rostro. Pero aquel hombre solo había hecho
promesas falsas, pues sabía que no iba a poder cumplir con su palabra.
Como mola
ResponderEliminarQuina imaginació!! Tots s' identificaben amb el bufo...molt be!!
ResponderEliminarInteressant,una descripció que em trasporta a l'escena , tancant els ulls
ResponderEliminarGracias. Aquella era la idea en el relato, que se viera que todos se identifican con él, pero cada uno de distinto modo.
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Gracies. Amb el relat es volia que es veies com tots s'identifiquen però de diferents formes.