El la miró. Estaban haciendo todo aquello por ella, le debían la vida a esa
mujer y estaba convencido de que aquello era lo adecuado, la salvarían sin
importar el coste.
Posó su mano en el cristal de aquella extraña prisión y ella la suya en el
mismo lugar. Seguía viva y podía verles, sus movimientos eran limitados.
Parecía frágil, su pelo flotaba lacio y sin vida, gracias a ello y los pocos
gestos que ella había hecho habían sabido que aquel contenedor cristalino tenía
algún extraño liquido dentro, aquello la mantenía con vida en esos momentos.
Su piel era blanca, casi perfecta si no fuera por las pequeñas grietas. Su
rostro transmitía tristeza y a pesar de todo su cuerpo parecía el de una mujer
muy joven.
-Temo que sacarte de ahí pudiera hacer que la enfermedad siguiera su curso,
debemos dar con una cura antes. Lo conseguiremos.
En realidad no sabía si aquel era el deseo de su madre pero poco le
importaba. Tanto él como su hermano
llegarían hasta donde hiciera falta para conseguir que su madre se recuperara
de aquella enfermedad que la consumía, era lo único que les faltaba, ya sabían
cómo sacarla del cristal y lo harían cuando supieran como estabilizarla, ya que
parecía que la sustancia del cristal detenía el avance de la enfermedad.
-Ya tenemos a los nuevos sujetos en el laboratorio de pruebas. - Un hombre
de mediana edad entró en la sala, vestía una bata blanca, unas gafas grandes y
oscuras que impedían verle los ojos, y un cabello largo bien trenzado. -
Deberíamos ir, creo que Adelle nos ha traído alguno que no coincide con los
datos de madre, por lo que quizá no nos servirán todos.
-Los que no coincidan pueden ser para otros experimentos. Si conseguimos adaptar
el suero a todas las sangres podríamos ayudar al futuro, la enfermedad de madre
se ha detectado en otros pacientes que no han recibido su buena suerte.
-Dar con un suero neutro...puede ser complicado pero efectivo, haré que
pasen todos por la primera fase.
-Que saquen antes todas las muestras, sangre y tejidos.
-Como hay tantos con suerte habrán varios semejantes.
-Sería bueno, como tener recambios, mueren con mucha facilidad.
Los dos hermanos miraron a su madre un segundo para luego despedirse de
ella, tenían mucho trabajo y poco tiempo. Cerraron la sala con varios candados
electrónicos, a pesar de confiar en todos los científicos no querían que nadie
se acercará a ella, fueron al ascensor y subieron hasta la superficie. Ahí se
encontraba el laboratorio central. Habían siete mesas de cristal llenas de frascos
y otros contenedores de cristal, al otro extremo estaban las jaulas con los
sujetos. Hombres y mujeres que miraban con miedo todo aquello, por suerte los
alimentaban muy bien, comida de primera calidad tratada por los mejores
cocineros.
En el extremo de la derecha habían camillas con correas y varias puertas.
Cada una de aquellas puertas daba a una sala llena de capsulas con sujetos
dentro. Todo eran personas pero no querían darles tal valor, ya que entonces se
verían como monstruos.
Niños, hombres y mujeres sufriendo distintas mutaciones, deformaciones,
laceraciones y efectos secundarios de todos los productos químicos que les
inyectaban. Su mayor logró hasta el momento había sido revertir la vejez a
cambio de tener unas grietas rojas por todo el cuerpo. Cada día estaban más
cerca.

este si da yuyu pero me gusto
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